Frente a la poca participación de los feligreses, surgieron una cadena de preguntas y nos propusimos encontrar las respuestas. De esta manera, logramos motivar a la participación activa de muchos hispanos, pero llegaron con gran sed; sed de respuestas a la fe, a la doctrina de la Iglesia, a las familias, a la niñez.

Ahora si me recuerda a la expresión de Gustavo Gutiérrez: “Beber en su propio pozo”. En este libro, al hablar de la verdadera espiritualidad dice: “Todo hombre, en algún momento de su vida, es urgido por las circunstancias históricas y sociales que le rodean a buscar las «fuentes de agua viva» que calmen la sed que le devora”; es decir, de nuestras experiencias y conocimientos compartiendo en la comunidad.

Entre ellas tenemos el buzón de corazón abierto, es un cajita hábilmente diseñada en forma de corazón, donde son depositadas las preguntas y que entre la convivencia se va dando respuesta a las mismas para aliviar la sed de la espiritualidad.

Es más, el grupo de oración organiza la adoración al Santísimo Sacramento; así, desde la contemplación y oración buscamos beber del agua que da vida eterna. Muchas otras experiencias que les contaremos más adelante.